El Cambio

Cuántas veces hemos escuchado la frase "la gente no cambia", claro que hay cosas de nosotros que no podemos cambiar. Es inevitable negar algunos rasgos genéticos que compartimos con nuestra familia como nuestro temperamento, pero eso no quiere decir que no podamos aprender a modularlo o a cambiar la forma en la que respondemos a un estímulo.

Una de las cosas más maravillosas del ser humano es que es su capacidad de aprender, racionalizar compartimientos y comprender la raíz de los mismos. A diferencia de los animales, para nosotros el instinto no lo es todo, estamos apegados a la razón, a analizar y encontrar respuestas. Sucede lo mismo con nuestro comportamiento, somos capaces de hacer introspección para entendernos y superarnos.

El cambio es difícil y necesita de esfuerzo y constancia, pero no es imposible. Comienza por conocerte a ti mismo, ¿qué detona esa actitud que quieres cambiar? o ¿qué detona pensamientos que quieres evitar? Date un momento en el día para meditar lo que deseas mejorar en ti, encuentra las raíces de tus problemas y, una vez identificadas y etiquetadas, es más sencillo trabajarlas y atenderlas. Lo único constante en la vida, es el cambio.