¿Ser racional o ser visceral?, ese es el dilema. Normalmente la intuición nos dice que seamos racionales, que no hay cabida para las emociones en este mundo regido por la razón.
¿Qué tan conveniente es tomar decisiones únicamente basadas en lo que dicta el cerebro sin hacer caso al corazón? Ningún extremo es bueno y ningún exceso nos llevará al éxito. Ojo, no les estoy recomendando ser 100% viscerales, sino que busquemos un equilibrio juntos para tomar la mejor decisión posible.
Reflexionar nuestros actos y pensar qué beneficios ofrecen para nosotros y para quienes nos rodena es fundamental, pero a veces tratar de racionalizar todo y querer que cada palabra y cada acción sean respaldadas por la lógica, no es el mejor mecanismo para vivir. Darles el justo peso a nuestros sentimientos juega un papel importante en la toma de decisiones.
Déjate sentir, incluye tus sentimientos en la toma de decisiones y en plan de tus acciones. No les dejes la rienda, solo tómalos en cuenta.
Comments