Adquirir nuevos hábitos a una edad adulta resulta difícil, pero no imposible. Adquirir un nuevo hábito es cuestión de enfoque y de esfuerzo.
Una de las formas más llevaderas es enlazar el hábito nuevo a uno previo; un gancho que nos ayude a continuar con una actividad sin darnos cuenta. Por ejemplo, yo todos los días me levanto y lo primero en mi día es una taza de café, sin ella no puedo comenzar con el pie derecho, entonces, para iniciar buenos hábitos alimenticios y de ejercicio, inicio mi día con media taza de café y hago ejercicio inmediatamente después de terminarla. Después de hacer ejercicio, me siento agotado y hago un desayuno alto en proteínas que no rompa con la dinámica saludable.
El punto es aferrarse a algo que ya hacemos cotidianamente para enganchar un hábito nuevo, algo nuevo que jamás hemos hecho. Es cuestión de enganchar diario este nuevo hábito que deseamos introducir a nuestra rutina. Realizarlo durante treinta días seguidos para adoptarlo en nuestra nueva vida es el paso esencial para que se quede grabado y volverlo un hábito. Cuéntame tu proceso, ¿fuiste o has sido capaz de formar nuevos hábitos?
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