No puedo… no soy capaz… eso no lo puedo lograr… frases que usamos a diario sin saber el daño que provocan en nuestra autoestima, nuestra auto imagen y la percepción que tenemos de nuestras capacidades. Ser capaces de juzgar nuestras acciones es parte fundamental de crecer, debemos obtener la capacidad de reconocer nuestros errores sin llegar a una crítica despiadada y destructiva.
Para ser capaces de desarrollar una autocrítica sana que nos ayude a crecer es necesario desarrollar la capacidad inicial de análisis; el poder ver errores y aciertos sin mezclar sentimientos o ego. Poder desmenuzar situaciones, conductas, acciones y pensamientos.
Debemos tener también apertura al diálogo con terceros, aunque la autocrítica sea algo personal somos sujetos sociales que podemos aprender de otros y recibir retroalimentación. Si bien no es fundamental, llega a ser necesario abrir distintos diálogos para conocer punto de vista contrarios al propio que nos ayuden a ver desde fuera la situación.
Tomando en cuenta los puntos anteriores, tras haber analizado y tomado en cuenta puntos de vista distintos, nos corresponde reflexionar acerca de lo aprendido anteriormente para planear estrategias de corrección o desarrollar un tren de pensamiento que nos lleve a una resolución.
Ante todo, recuerda ser positivo, no todo lo que hacemos está mal no todo necesita mejorar. A veces solo hace falta darnos cuenta de que estamos haciendo las cosas bien y estamos yendo hacia dónde queremos. El auto conocimiento y la mejora no tienen que destruir para crear; aprendamos juntos a amar nuestras imperfecciones y el camino al cambio.
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