La ansiedad es una de las condiciones que muchos innegablemente sufrimos hoy en día. Aún no somos tan creyentes de la salud mental y terminamos buscando remedios caseros o refugios temporáneos que nos den calma. Uno de ellos, el más común de todos, es la comida.
La tan memorable frase de “comerte tus sentimientos” queda como anillo al dedo hoy que quiero hablarles de comer por ansiedad. El estímulo que produce en nosotros comer algo lleno de grasa o de azúcar podría compararse incluso al uso de algunas drogas. Activa nuestros centros de placer y, además, como si no fuera suficiente, la acción de la masticación alivia estrés mediante la aplicación de fuerza y el crujir de la comida.
¿Cómo podemos deslindar el alivio de la ansiedad con la comida? Inicialmente, debemos hacer consciente que comer sin hambre no es lo óptimo, tratar de hacer introspección y encontrar la raíz de lo que verdaderamente nos molesta, es primordial. Si bien no podemos llegar a lo que nos causa dicha ansiedad, trata de ingerir alimentos como zanahorias crudas, que aunque también aportan calorías, son menos y la textura crujiente te ayudará a disminuir la ansiedad.
No dejes tu salud mental para otro día, diseña estrategias y aprende a escucharte para poder combatir la raíz de tus males.
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